Al ser Religiosa de Jesús-María me siento vinculada con la Fundación desde su nacimiento, ya que fue un proyecto que me pareció muy interesante, con posibilidades de llegar a muchos lugares y hacer mucho bien.
Pues no sabría decir un momento en concreto. Me acuerdo del día que nos presentaron el proyecto a las religiosas en una reunión; me acuerdo de las múltiples campañas que se llevan a cabo desde nuestros centros de sensibilización y recaudación; de la ilusión en cada una de ellas por ayudar…
Para mí la Fundación es algo muy ilusionante. Es lugar de encuentro, de sueños y proyectos, es sensibilización y apoyo de proyectos, es misión por hacer un mundo más justo, fraterno y solidario, es buscar recursos, es trampolín para que muchas personas puedan hacerse presentes como voluntarios en muchos países del mundo…Es reafirmar nuestra vocación porque la educación es el motor de transformación de este mundo desigual en el que vivimos.
Esta escuela infantil, que atiende principalmente a niños de 0 a 6 años, está fundada por las Religiosas de JM hace casi 50. Nuestro objetivo es la educación de estos niños y, como en círculos concéntricos, a sus familias. Pretende ofrecer oportunidades de crecimiento sano a estos niños, en su mayoría de etnia gitana. Es un “oasis”. Lugar de aprendizaje, crecimiento, diversión, desarrollo cognitivo-motor pero también afectivo y en valores, todo desde los valores del Evangelio y al estilo de Santa Claudina, nuestra fundadora, convencidas de las posibilidades de crecimiento de todas las personas.
Además de la escolarización en esas edades, ofreciéndoles desde la mañana el aula matinal a las 7.30, las actividades de aprendizaje y desarrollo hasta las 17.00. Se favorece el acceso de todos nuestros alumnos al servicio de comedor. Y por las tardes, una vez que nuestros niños han terminado, se mantiene abierta la escuela para ofrecer apoyo escolar a niños y jóvenes del pueblo, grupos de madres, colonias de verano durante el mes de julio…además de ser vecinas de este pueblo.
Gracias a la Fundación podemos ofrecer las becas de comedor, sin las cuales muchos de estos niños no podrían tener una alimentación sana y equilibrada. Gracias también a la Fundación se ofrece el apoyo escolar para niños y jóvenes del pueblo, y el grupo de madres.
En Pinos Puente hay un amplio repertorio de actividades de voluntariado, desde la rutina cotidiana de la vida de la escuela, como en los proyectos que antes comentaba. Aquí siempre vienen bien manos y corazones dispuestos a dar y recibir.
El mundo es muy grande y si abrimos bien los ojos, vemos muchas oportunidades de cambio. Quizás un cambio a nivel mundial en los tiempos que desearíamos es difícil, pero no olvidemos que todo tiene repercusión, todo suma (una sola gota de agua es capaz de crear movimiento en el mar). Lo importante es no desanimarse, valorar lo que tenemos y, en justicia, buscar lo que puede hacer que otros también lo tengan o mejoren sus condiciones. ¡Merece la pena!, ¡Ánimo!
Yo creo que la pandemia ha desestructurado nuestras vidas por completo y ha generado muchas “crisis”…. Pero no olvidemos que toda crisis es motivo de crecimiento, aunque en el momento no lo veamos… Ha habido mucho miedo, muchos interrogantes e inseguridad y eso ha hecho que se produzca mucho absentismo escolar; las organizaciones de clases burbujas o grupos estables de convivencia nos ha llevado este año a no poder lanzar las colonias, el grupo de madres o el apoyo escolar, aunque seguimos poniendo en juego toda nuestra creatividad para poder sacarlos adelante.
Si queréis saber más de los proyectos de Pinos Puente en los que trabaja la Fundación Juntos Mejor para la Educación y el Desarrollo, estos son algunos de ellos: