El cocinero español opina sobre la asistencia en emergencias humanitarias y cuenta por qué ha viajado hasta lugares como Bahamas, Mozambique e Indonesia para repartir comida.
«Se gasta mucho dinero y tiempo en reuniones y muy poco en actuar, se pierde mucho por el camino». El chef José Andrés lo suelta sin anestesia en un encuentro con varios periodistas en la semana en la que un centenar de líderes mundiales ha volado hasta Nueva York para hablar sobre cambio climático. Con una larga barba blanca, encendidos ojos claros y una camiseta negra en la que se lee Dreamers, el célebre cocinero relata que acaba de viajar a Bahamas para repartir miles de raciones de comida tras la furia del huracán Dorian. José Andrés ofreció el domingo 22 una charla en la ONU con motivo de la Cumbre de Acción Climática para contar su experiencia en terreno sobre seguridad alimentaria en emergencias. Lo hizo junto a la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, María Neira.
«Se gasta mucho dinero y tiempo en reuniones y muy poco en actuar, se pierde mucho por el camino». El chef José Andrés lo suelta sin anestesia en un encuentro con varios periodistas en la semana en la que un centenar de líderes mundiales ha volado hasta Nueva York para hablar sobre cambio climático. Con una larga barba blanca, encendidos ojos claros y una camiseta negra en la que se lee Dreamers, el célebre cocinero relata que acaba de viajar a Bahamas para repartir miles de raciones de comida tras la furia del huracán Dorian. José Andrés ofreció el domingo 22 una charla en la ONU con motivo de la Cumbre de Acción Climática para contar su experiencia en terreno sobre seguridad alimentaria en emergencias. Lo hizo junto a la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, María Neira.
El chef ha servido comidas en Indonesia tras los dos últimos tsunamis, en Mozambique después del ciclón Idai, en Puerto Rico apenas unos días después del huracán María, en Venezuela y Colombia ante la emergencia de escasez de los ciudadanos del primer país y en California durante los últimos incendios masivos. «Creo que hay una nueva generación de organizaciones más pequeñas y especializadas que resultan muy efectivas», afirma. Esto no quiere decir que se oponga al establishment. Cuando acude a las emergencias trabaja en coordinación con entidades como Cruz Roja o el Programa Mundial de Alimentos.
El cambio climático es responsable del aumento de muchos de los ciclones y huracanes que destrozan vidas, por eso, el cocinero es uno de los invitados a uno de los eventos que se celebra con motivo de esta cumbre. «El momento de conseguir cambios es ahora, cuando hay miles de personas en la calle pidiendo otro modelo de desarrollo. Greta Thunberg es el ejemplo. Una persona que no ha necesitado años de universidad ni un master para decir algo que es de sentido común», comenta el cocinero. «La llamada a la acción no está surtiendo el efecto necesario, llegará el Armagedon y todo el mundo estará en una reunión», añade.
Pero el chef no cree que viajar por países devastados dando raciones de comida sea la solución. Sus viajes por todo el mundo le han hecho construirse una idea de qué tiene que cambiar para combatir el hambre. «Uno de los caminos para acabar con la pobreza y el hambre es que las casas cuenten con una cocina mejorada. Así utilizan menos carbón y madera, se consumen menos recursos naturales y, si la combustión y ventilación es mejor, se evitan más enfermedades en las madres, que suelen ser las que cocinan», detalla.
José Andrés se ha posicionado sin pudor en los últimos tiempos como firme opositor a las políticas del presidente norteamericano Donald Trump: «La mejor inversión que puede hacer Estados Unidos en seguridad nacional no es un muro, sino colegios. Si das a la gente educación y por tanto seguridad financiera en sus hogares, no tendrán necesidad de emigrar a ninguna parte».